Una historia muy simple, de esas que uno dice, ¿Y por qué no se me habrá ocurrido a mí? Un hombre en Kentucky, Estados Unidos, estaba aburrido con la decoración del sótano de su casa y, armado con unos cuantos Sharpies, se puso a dibujar en las paredes.
El resultado es encantador. Y barato. Además de la buena cantidad de dinero en psicólogos que el hombre se habrá ahorrado. Aquí están, aunque en inglés, todos los detalles. En esa página también se puede ver una panorámica de 360 grados del trabajito que hizo este señor.
[Vía Doodlers Anonymous]
miércoles, 8 de octubre de 2008
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