domingo, 5 de julio de 2009

Nuevo cuaderno


Hace unos días le pedí a Carolina, mi compañera, que me hiciera un cuaderno siguiendo mis preferencias. Y me encanta el resultado.
Yo necesitaba un cuaderno mediano/grande con un papel fuerte, que aguantara collages, tinta, pintura, y lo quería flexible, por cómo se adapta mejor en la mano. Caro lo hizo con papel madera de buen grosor y las tapas de tela.
Conociendo mi uso imparable de Moleskines, añadió una banda elástica para cerrarlo, que vendrá muy bien cuando el cuaderno se vaya llenando de cosas y vaya engordando. Sugirió ponerle un bolsillo en la parte de atrás, pero me pareció que sería mejor no incluirlo, ya que le quitaría flexibilidad.
Este cuaderno mide 20x25 cm. y tiene 74 hojas (148 páginas). La mano de obra es de primera.
Está hecho para aguantar las palizas que yo les doy a los cuadernos, toda clase de intervenciones.

Si alguno de ustedes quiere uno, no tiene más que escribirme: se puede ajustar el tamaño, omitir la goma, añadir el bolsillo, hacer de tapa dura, poner un papel más pesado o más liviano, lo que prefieran. Los precios se ajustan al tipo de trabajo, y es cuestión de preguntar.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Decepcionante

Iba por la calle y, como hago siempre, me detuve en el escaparate de una papelería. Para mi gran sorpresa vi unos cuadernitos que parecían Moleskine pero eran de otra marca. Incluso imitaban la banda que llevan los Moleskine para distinguirse de otros, aunque en este caso la marca era BPInternational.
Entré, compré uno sin siquiera examinarlo y me lo llevé a casa. Fue decepcionante.
Sí las tapas son bonitas, como de un símil cuero acolchonado. Había en varios colores (el negro tradicional se les había terminado), y yo llevé el rojo. Al tacto resulta muy agradable este cuaderno, da gusto llevarlo en la mano. Pero podían haber logrado algo un poco mejor en el interior.
El papel no es libre de ácido, por lo que si son coleccionistas de cuadernos que van llenando ustedes mismos, sepan que ese papel se pondrá amarillo con el tiempo, y se desintegrará al cabo de los años.
Como los Moleskine, este también lleva un bolsillo-acordeón en la parte interna de la tapa trasera, pero está al revés. Los Moleskine ponen la apertura hacia adentro, con lo que nunca se pierden los papelitos que uno va juntando. Con la apertura hacia afuera, puede pasar cualquier cosa.
Y son caros: a casi 50 pesos, uno se puede pedir un Moleskine y que se lo envíen por correo desde EEUU.
Todavía me falta probar bien el papel, con diversas tintas, con pegamentos, con pintura, vamos: darle caña como la que le doy a mis otros cuadernos. Pero eso lo contaré más adelante.